El ficus es una planta de apariencia similar y bellas plantas a los pequeños árboles, que Pertenece a la familia de las Moráceas, es oriundo de las zonas tropicales y subtropicales de Europa, Asia, África y el Pacífico, aunque se adapta muy bien al clima mediterráneo, por lo que es muy común disponer de alguno en nuestros hogares, para parte de interiores.
Es necesario conocer los cuidados que requiere el ficus y, sobre todo, disponer de algunas nociones para proceder a su poda cuando lo necesite, bien por razones estéticas o bien porque haya adquirido un tamaño superior al que queremos que ocupe, aunque siempre podríamos trasladarlo a un balcón.
La mejor época para realizar la poda es la primavera, porque es cuando comienza o se reactiva su crecimiento y cuando mejor podremos corregirlo. Sin embargo, si es necesario, también podremos cortar los tallos que sean demasiado largos en otoño o realizar un despunte en cualquier en cualquier época del año.
Se trata de una técnica de poda básica. El objetivo es ir realizando pequeñas podas y muy suaves de forma de mantener, estas podas constantes, para esto se debe tener una tijera bien afilada e ir cortando aquellas ramitas que observamos que se van alejando más de lo deseado dejándola, de la deseada o querida.
Estas podas son como nuestra imagen, siempre por encima de la segunda o tercera hoja de la rama a podar, con ellos, también conseguiremos que la planta vaya brotando, con mayor cantidad de hojas, y adquiriendo un aspecto más frondoso. En cuanto al momento de la poda, esta se puede ser en cualquier época del año, aunque preferentemente los meses del año con climatología más calurosos de cara a favorecer la posterior brotación.
Los cortes deben ser limpios, evitando un mal corte que produzca el indeseado efecto de mascado de ser así, solo tenemos que afilar o cambiar de tijeras. En cuanto el lugar exacto de corte, este debe ser a medio centímetro por arriba de la última hoja que deseamos respetar.
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