El bambú es una fantástica
planta ornamental, muy decorativa y fácil de cultivar, sin grandes exigencias y
resistente a plagas y enfermedades. No sólo proporciona estructura, volumen y
altura al jardín, también aporta sonido, el de la fricción de sus hojas
agitadas por el viento. Sin embargo no se puede cultivar cualquier variedad de
bambú, hay especies que crecen en zonas tropicales y subtropicales que difícilmente
prosperan fuera de esos ámbitos.
Las especies tropicales no
pueden soportar temperaturas bajas, en cambio hay algunas especies de bambú que
pueden soportar temperaturas de hasta -29º C. Hay más de 70 géneros de bambú
que se dividen en unas 1450 especies. Y en realidad sólo hay unas pocas
especies cultivables en un jardín común.
El bambú precisa un suelo
moderadamente ácido aunque puede crecer sobre casi cualquier tipo de suelo.
Necesita sol pero en las horas más cálidas no le va nada mal un poco de sombra.
Curiosamente necesita sombra en invierno para evitar la evaporación del agua
que le protege de las heladas. Su sistema radicular es muy superficial por lo
que el viento fuerte puede dañarlo.
El bambú se puede cultivar
en maceta y hemos de vigilar que la tierra esté siempre húmeda pero no mojada.
El bambú precisa riegos constantes y regulares. Es muy sensible a la sequía,
enseguida comienza a perder agua. Regaremos dos veces a la semana y en
condiciones adversas, mucho calor, vientos, podemos regar hasta cinco veces a la
semana.
Si no recibe suficiente
aporte hídrico lo notaremos enseguida, las hojas se enrollan hacia dentro. Es
una defensa natural de la planta para reducir la transpiración. Para abonar
usaremos estiércol rico en nitrógeno, su principal alimento. No precisa poda,
aunque podemos hacerla aunque sólo sea por estética.
El sistema radicular del
bambú se expande muy deprisa y es bastante agresivo, por eso muchos jardineros
usan barreras de contención de dicho sistema para reducir el progreso
indeseado. Estas barreras se colocan antes de la plantación, si no podemos o a
pesar de ella los rizomas siguen avanzando tendremos que recortarlas una vez al
año con una pala o cualquier herramienta afilada.