jardines casa de bonsái

jueves, 26 de febrero de 2015

Tipos de plagas

PLAGA: Es todo patógeno de origen animal que produce daño en las plantas con su aparato bucal. Las plagas se clasifican en: masticadores y chupadores o picadores. Pueden combatirse por medio de controles químicos u orgánicos. Existen diversos productos para tratarlas. Unos actúan por contacto y otros tienen acción sistémica (penetran en las vías de circulación de la planta). Se requiere reconocer la plaga a tratar para poder elegir el producto con que combatirla.
                                                                                    
                                                                                       




Abeja cortadora (insecto masticador) Ataca las hojas y las corta en forma semicircular.















Arañuela o ácaro (arácnido chupador) El primer síntoma es un moteado amarillo, luego se forman telas de araña


















Babosa (molusco masticador) Ataca las hojas y brotes. Difícil de ver porque al igual que el caracol actúa mayormente de noche.












Bicho bolita (artrópodo crustáceo masticador) Se alimenta de las raíces de la planta.
















Bicho taladro (insecto masticador)
Larva de taladro (masticador) Se alimenta de madera (Xilófago). Ataca plantas leñosas.

















Caracol (molusco masticador) Ataca de noche y en días nublados las hojas y brotes.














Cochinilla (crustáceo chupador) Existen diversos tipos. Ataca yemas, hojas, ramas, tallos troncos y raíceshinilla harinosa (crustáceo chupador)










Grillo topo (insecto masticador) Se alimenta de las raicillas. Vive bajo tierra. Son característicos los montículos de tierra que deja en el césped.










Hormiga negra (insecto masticador) Corta las hojas para llevar a su hormiguero.













Minador (insecto chupador) Deja en la hoja una marca blancusca con forma de camino sinuoso.












Mosca blanca (insecto chupador) Son blancas y de forma triangular.















Pulgón verde (insecto chupador) Ataca yemas, brotes, pimpollos y hojas.








Trips (insecto chupador) Ataca hojas, yemas y flores dejando focos blanquecinos plateados.















Vaquita del olmo (insecto masticador) Sus larvas se alimentan de las hojas dejándolas agujereadas como un encaje.




miércoles, 25 de febrero de 2015

Echeveria Elegans,

Perteneciente a la familia de las crasas o suculentas, la echeveria elegans, la más popular de su especie, es una excelente opción ornamental para darle un toque exótico a nuestro jardín.

 Procede de México, donde se encuentra en peligro de extinción, y es conocida también como rosa de alabastro, por la similitud de la piedra con el color de sus hojas. Éstas, ovales y gruesas, están dispuestas como una roseta apretada, recordando a los pétalos de las rosas.
 Su mayor ventaja es que es muy resistente a la sequía, por lo que se convierte en una planta ideal para lugares con lluvias escasas.

Más de 150 variedades componen la especie echeveria, llamada así en honor al botánico mexicano que la descubrió, Echeverría.  elegans, una de las más conocidas, no tiene tallo, así que emerge directamente del suelo como una gruesa roseta de hojas ovales de unos 2-6 cm. de largo y 2 cm. de ancho. Su floración tiene lugar en primavera, entre marzo y junio, época en la que podemos disfrutar de sus inflorescencias en forma de racimo de color rosa y amarillo.

Estas características hacen de esta suculenta una opción ideal para cubrir lentamente superficies complicadas del jardín (a modo de tapizante), cultivar en cubeta o maceta, y, sobre todo, para decorar y completar rocallas y arriates. Sus posibilidades ornamentales son enormes.

La echeveria destaca por ser una planta resistente que soporta sin problemas las carencias de agua y las altas temperaturas. Al proceder de zonas cálidas de México, se trata de una elección perfecta tanto para el interior como para los exteriores, siempre y cuando fuera el clima no sea excesivamente lluvioso o frío (aguanta unos cuantos grados bajo cero). Para su ubicación elegiremos pleno sol, donde sus flores y hojas adquirirán tonos más intensos. También se desarrolla bien en sombra ligera o semis sombra.

Prefiere los terrenos pobres, aunque se adapta bien a otras condiciones, y es importante que estén bien drenados. Lo mejor, sobre todo si cultivamos en maceta, es recurrir a un suelo mezcla de arena, sustrato rico en materia orgánica y tierra de jardín. No necesitan abono, aunque podemos enriquecer su crecimiento en primavera con fertilizante diluido especial para cactus.

Respecto al riego, ya hemos indicado que no necesita mucha agua. Si la planta está en una maceta, tendremos especial cuidado con los encharcamientos y no olvidaremos sacarla al aire libre en primavera. En caso de estar en el jardín, regaremos moderadamente en verano y escasamente en invierno, evitando mojar las hojas, ya que no tolera bien los excesos de humedad. No olvides eliminar las floraciones marchitas y racimos pasados: la planta te lo agradecerá con un crecimiento más vigoroso.

Las dificultades de su cultivo vienen por el exceso de riego. La podredumbre y los hongos pueden aprovechar esta circunstancia para acabar con la planta. La mejor forma de no llegar a este extremo es regando racionalmente, sin empapar, y evitando mojar las hojas. Respecto a las plagas, estaremos pendientes de las cochinillas, los pulgones y las babosas.

 La forma más común de reproducirla es plantando esquejes al comenzar el verano, aunque también es posible a través de semillas. Las hojas más adecuadas para multiplicar son las que se sueltan con facilidad del tallo. De uno de ellos, es sencillo obtener preciosas rosetas de echeveria que pueden durar hasta siete años. Sin duda, harán las delicias de cualquier rocalla o jardín.


martes, 24 de febrero de 2015

Timbó

El timbó (Enterolobium contortisiliquum) pertenece a la familia de las leguminosas. Entre sus nombre populares encontramos el clásico Oreja de negro”, debido a la forma y coloración de su fruto.

 Este es una legumbre en forma de círculo incompleto de color negruzco que suele aparecer desde finales de la floración, manteniéndose hasta el invierno. Existe una leyenda que hace referencia a este fruto.

Un uso que le daban los pilagá es como astringente, con las hojas y frutos elaboraban jabones, detergentes y anti caspa, esto se debe a su contenido en saponinas. Además lo utilizaban para adormecer a los peces y de esta forma poder capturarlos más fácilmente. Los frutos suelen ser el alimento de algunos mamíferos en el centro y norte argentino, aunque pueden producirles abortos en algunas etapas de la gestación.

En la región rioplatense atrae a numerosos insectos, que a su vez son el alimento de algunas aves insectívoras. La etnia wichí elaboraba canoas ahuecando el tronco de la madera, ya que contiene resina lo cual la hace liviana y resistente al agua. Además contiene taninos, útil para las curtiembres de cuero. Con sus raíces elaboraban artesanías.
Este árbol se distribuye por América tropical y subtropical hasta Buenos Aires. Su hábitat de preferencia es la selva marginal, muchas veces formando comunidades donde domina, las cuales reciben el nombre de timbo sales. Es uno de los gigantes de la selva. Su estatus es vulnerable debido a que su hábitat está cada vez más degradado y modificado.


Debemos conocer bien a la especie, su biología y requerimientos de hábitat, para poder comenzar a cultivarlos. Se propaga por semillas y gajos, con una alta velocidad de crecimiento. Se recomienda que esté con sol directo o a media sombra y sólo se riegue abundantemente al plantarlo. Se adapta a los vientos de la región y a los suelos drenados. Se lo puede utilizar como ornamental en parques y jardines de gran escala, para avenidas y calles amplias. Por su porte aparasolado y su gran altura (hasta 20 metros) da abundante sombra.

viernes, 23 de enero de 2015

Tipos de multiplicación por acodo

La multiplicación por acodo consiste en la obtención de raíces de las ramas de una planta sin separarlas de la misma. Una vez conseguimos que las ramas ramifiquen ya podemos separarlas de la planta madre. Con el acodado igual que con la reproducción por esquejes estamos consiguiendo un clon exacto de la planta que hemos multiplicado. Vamos a ver los distintos tipos de acodado que se pueden realizar.




1.- Acodo aéreo.
Este tipo de acodado es el que se suele usar con los árboles con mayor frecuencia aunque también se puede usar con arbustos y plantas. Se realizan unos cortes en la corteza de una rama y se rodea de sustrato, se embolsa y se deja un tiempo hasta que se produce el enraizamiento. Azaleas y camelia, acebos, higuera, laurel y algunos más se pueden reproducir con este acodado




2.- Acodo simple.
Típico de enredaderas y arbustos, se entierra una rama baja, joven y flexible formando una curva, se le practica un corte en dicha zona y se sujeta con una estaca. Se cubre y se deja fuera el extremo con hojas. Zarzas, brezos y avellanos son algunos de los candidatos para este tipo de acodo.










3.- Acodo de punta.
Se introducen las puntas de las ramas unos ocho centímetros en el suelo, se curva un poco y se sujeta con alambres. Se suele usar con zarzamoras, groselleros y frambuesos.
      






4.-Acodo múltiple.
Especialmente indicado para plantas trepadoras como el jazmín, madreselva y demás. Requiere ramas largas y flexibles, la técnica es idéntica al acodo simple sólo que se entierra varias veces la misma rama para obtener varias plantas de una misma rama. 






5.-Acodo en trinchera.
Esta técnica se suele usar en los viveros para multiplicar árboles frutales que son difíciles de reproducir por otros métodos. Se planta el árbol muy inclinado, después se cubren las ramas y el tronco dejando sólo las puntas de las ramas y los brotes nuevos 
al aire. Se usa con manzanos, nogales y ciruelos.








6.-Acodo en montículo.
En esta técnica se cubre el tronco del árbol o arbusto plantado verticalmente en el suelo. Se han de cubrir las ramas del árbol para que echen raíces. Es similar a la técnica anterior. Se usa con manzanos, groselleros, arándanos y membrilleros.

lunes, 5 de enero de 2015

Echinopsis oxygona: un cactus de floración


  
Un cactus de floración: Originaria de Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay la Echinopsis oxygona, que pertenece a la familia de la cactáceas se ha extendido por todo el mundo. La razón principal es que esta especie de cactus produce una espectacular, aunque efímera, floración. El resto de la planta es más bien discreto, bajo ya que apenas alcanza los 25 cm de altura y crece en grupos.

Cada tallo presenta entre 8 y 14 costillas longitudinales. Las espinas se agrupan circularmente en las areolas de las costillas en grupos de 3 a 15, cada areola cuenta también con 5 espinas centrales. Las flores surgen del tallo y pueden medir hasta 22 cm de altura. Son fragantes y de un ligero color que va del rosa pálido al lavanda. Sólo se abren por la noche.

Son unos cactus resistentes que pueden soportar temperaturas de hasta -12ºc en condiciones desérticas, es decir con el terreno seco y baja humedad ambiental.

En la práctica un cactus de esta especie cultivado en maceta y en un ambiente alejado de su origen natural soportará bastante peor el frío. Florecen mejor en un ambiente frío y seco en invierno. Conseguir la floración es una tarea difícil, de entrada hasta que la planta no tiene cinco años no florece. Después hay que conseguir reproducir las condiciones ideales para la floración. Y cuando llega la floración ésta es efímera, apenas llega al día lo que duran las flores.

Los cuidados que precisa el echinopsis oxygona no son nada complicados. Plantarlo en un lugar soleado y si vivimos en un lugar de veranos muy cálidos procurar que reciba algo de sombra a la tarde. No necesita mucho riego, hay que esperar a que la tierra se seque bien y cuando la reguemos procuraremos que la tierra se empape a conciencia. En invierno no debemos regarla durante toda la estación incluso si hay riesgo de heladas. Un fertilizante diluido en agua un par de veces o tres al año será suficiente alimento para el echinopsis.

viernes, 2 de enero de 2015

Aprende a hacer abono líquido casero

Todo aquello que podamos hacer por nosotros mismos y para nuestro jardín siempre es una buena opción. Y la idea de hoy es aprender a hacer un buen abono líquido casero. Se animan??? 

Para prepararlo podemos utilizar dos plantas: la ortiga o la con suelda. El proceso es muy simple y consta de los siguientes pasos: Para comenzar debemos recoger unas plantas de ortiga o con suelda (tenemos que usar guantes para protegernos de los pelos urticantes) y las colocamos en un recipiente. La proporción adecuada es de 1 kilo cada 10 litros de agua.


Paso seguido, debemos mezclar bien para que el material quede sumergido. Tapamos y revolvemos de tanto en tanto durante varias semanas, Cuando la mezcla esté podrida, deberemos filtrarla. Y ya podremos utilizarla, este abono podremos utilizarlo diluyendo una parte de abono líquido en diez de agua. La materia sólida que queda puede incorporarse al compost, sólo ten presente que los abonos líquidos tienen un olor desagradable cuando se los prepara, pero ese olor pierden al incorporarlos al suelo.

jueves, 1 de enero de 2015

Problemas en las plantas: el amarilleo

Una o varias hojas adquieren bruscamente una coloración amarilla bastante viva. Acaban por desprenderse de la planta.
 Las causas: cuando se trata de las hojas situadas en la base de los tallos de las plantas leñosas, el amarilleo es un fenómeno natural.

La lignificación (formación de madera) produce el desarrollo de tejidos muertos suberosos (corteza), que ya no pueden mantener las hojas insertadas directamente en estas partes de la planta.

Es lo que se observa, por ejemplo, en los árboles de caucho (ficus) que, al formar un tronco, se despueblan por la parte inferior.

El amarilleo y la caída invernal del follaje son normales si la cantidad de hojas caídas resulta inferior al tercio de su número total.

En cambio, cualquier amarilleo más consecuente o localizado sobre hojas jóvenes en el extremo del ramaje debe considerarse una señal de alarma.

La planta reacciona a un problema. Se siente mal y lo manifiesta a su manera, sobre todo cuando se trata de errores en el riego, de una mala fertilización o de problemas de sequedad en el aire.

 Los remedios: en invierno, reduzca la temperatura ambiente y la frecuencia de los riegos. Aumente la higrometría mediante pulverizaciones. Esos órganos no son eternos y resulta normal que la planta los pierda de cuando en cuando.

Puesto que algunas especies de plantas de interior son caducas (por lo general las plantas de bulbo o de rizoma, como los Caladium, Hippeastrum, Sinningia), el amarilleo y la caída de hojas son un fenómeno normal.

Lo mismo sucede con las brómelias, cuya planta madre muere naturalmente algunos meses después de haber florecido, puesto que ya ha completado su ciclo vital.

jardines casa de bonsai

Entradas populares