La huerta orgánica, es una forma natural y económica de
producir alimentos sanos durante todo el año. Natural, porque imita los
procesos de la naturaleza; económica porque tiende a la autosuficiencia
sustentándose en el tiempo, ya que es sana, porque se trata de una producción
libre de agrotóxicos.
En un espacio reducido (por ejemplo, 100m2 de terreno), una
familia puede obtener hortalizas frescas destinadas a su consumo, para producir
todo el año se necesita un buen trabajo de la tierra y respetar tres principios
fundamentales a)asociaciones de plantas, b)rotaciones adecuadas y c) utilizar
abonos orgánicos.
Toda huerta requiere de una buena exposición al sol, un
cerco perimetral, una fuente de agua cercana, así como semillas y herramientas
apropiadas, pero sobre todo requiere la dedicación de algunas horas diarias y
algo más de tiempo los fines de semanas, para que esta pequeña alianza entre la
naturaleza y la mano del hombre provea de buenos y saludables frutos.
A merced a dichas iniciativa en la huerta orgánica cientos
de familias en situación de pobrezas y millares de escuelas y grupos
comunitarios, mejoran su condición alimentaria, enriqueciendo y diversificando
su dieta con el aporte de alimentos frescos de hurtas y granjas, así mismo, el
modelo de huertas orgánicas, propuesta de manera sencilla y didáctica.
Tal como se refleja en estos materiales, posibilita asociar
la propuesta con una alimentación de mejor calidad y como una alternativa
singular de establecer otro tipo de vínculos entre las personas y la
naturaleza, así como entre las personas y sus semejantes.
Con la producción orgánica se pone especial énfasis en dos
cuestiones; el correcto uso de la tierra y las asociaciones de cultivos, esto
posibilita que la producción rinda más y mejor, así como un mayor
aprovechamiento, del suelo sin dañarlo, de esta manera, se mezcla plantas de
crecimientos horizontal con las de crecimientos vertical.
Porque el aprovechamiento, mejor el espacio asociando
plantas de crecimientos vertical (puerro), con otras de crecimientos horizontal
(lechuga), o asociando aquellas de crecimiento rápido (rabanito, lechuga), con
especies de crecimiento lento (zanahoria, repollo), porque al utilizar
intensivamente el suelo, este se va cubriendo mas y, en consecuencia las
malezas tienen menos espacio para crecer.
En la huerta orgánica
las plantas asociadas no compiten por nutrientes y extraen de distintos
lugares, las verduras de hojas, cuyas raíces son más superficiales, extraen fundamentalmente
nitrógeno, las de raíces más profundas, toman sobre todo, potasio.
Las asociaciones tienen efectos protectores frente a plagas,
pues algunas plantas repelen insectos, otras hospedan insectos benéficos, por
ejemplo de asociación son, puerro o cebolla con zanahoria, albahaca con tomate
y remolacha con repollo.
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